LA MUDANZA
LA MUDANZA
Llegó el momento en que me armé de valor pues la decisión había sido tomada, hacía mucho que solía tener esa conversación conmigo mismo, ya la psicóloga me había explicado claramente todo y escribí la última carta a los monstruos que invadían mi cuarto por las noches cuando todo estaba oscuro, cuando mi padre llegaba borracho, cuando discutía con mi madre y cuando mi hermana metía a los hombres a escondidas a su cuarto, les dije que ya era momento de crecer, que uno con el tiempo va aprendiendo que el miedo solo es la respuesta más sensible a una situación desconocida y que ya no me asustaban más porque ya los conocía muy bien, entraba a la pubertad y tenía otros objetivos.
Una semana después mientras limpiaba mi cuarto hallé debajo de la cama ese mismo papel y me alisté a tirarlo, pero noté que había escrito algo, algo que no recuerdo haber anotado yo, mi curiosidad hizo que leyera las palabras que estaban escritas con una extraña tinta purpura:
"Querido Santos, agradecemos tu simpatía y el gesto que has tenido con nosotros, te deseamos mucha suerte en tu siguiente etapa, esta no es la despedida, nos estamos mudando, dentro de unos años, estaremos viviendo en tu cabeza".
Comentarios